Todavía de moda, es muy usual encontrarse con las llamativas pulseras amarillas de silicona en las muñecas de gente joven. Personas que las portan por ser deportistas, por haber sufrido alguna experiencia cancerígena en su ámbito familiar o en sus propias carnes o como inspiración para el afán de superación.

Lance Armstrong fue un gran ciclista de principios del siglo XXI que conquistó 7 tours consecutivos, un record impertérrito a día de hoy, tal fue su dominio que la prueba debería haberse llamado durante aquelos años, Tour de Lance. Otro asunto que le lanzó a la fama fue el milagro de superar una letal metástasis compuesta por 13 tumores distribuidos por testículos, pulmones, cerebro y otros órganos vitales.

Fue por esta dramática situación por la que Lance creó una fundación contra el cáncer, “Livestrong” que comenzó a promocionarse en 2004 con los ya nombrados brazaletes. En seis años se han vendido casi 50 millones de unidades y en el recién acabado Tour 2010, decenas de corredores la llevaban en su brazo derecho.

Ahora que la Grand Bouclé ha finalizado; Armstrong, con una discreta posición en la general, ha decidido retirarse definitivamente de las carreras de tres semanas.

Su mediatizado retorno anunciado en otoño de 2008, ha supuesto una de cal y otra de arena. En 2009 consiguió escalar al tercer lugar de podio tras tres años de inactividad, lo cual es para mi una de las mayores gestas de la historia del deporte. Sin embargo, su pájara en los Alpes de la edición 2010, le ha devuelto a la altura de los mortales.

De su regreso destacaría tres grandes demostraciones de garra y poderío: como aquella remontada en El col du Petit San Bernard en 2009, o la Prólogo de Rotterdam y la etapa Bagneres de Luchón-Pau, ambas en 2010.

Algo se debía de oler el bueno de Lance cuando en 2008 remarcó que su regreso era para promocionar la imagen de Livestrong siendo él, el eje primordial de la gran campaña publicitaria. El texano era muy consciente de que, con esta arriesgada vuelta, podía estar poniendo en juego su inmaculado palmarés.

La campaña no sólo se resume a su reaparición deportiva. En su Twiter personal, con más de 2.500000 de fieles seguidores, Lance comenta la actualidad de su vida y su fundación. Informa sobre donaciones de patrocinadores (Oakley donó 5 millones de dólares hace unos días), anuncia eventos deportivos contra el cáncer, opina sobre las carreras en las que participa e incluso habla sobre su vida privada.

Todo esto forma parte de una gran campaña mosaico para lanzar la imagen de Livestrong. Se usan distintos medios y soportes como Internet, Twitter, patrocinio en equipo RadioShack, pequeños soportes a lo largo del recorrido francés y los miles de impactos televisivos que protagoniza él en persona mientras pedalea por las Galias.

Y ha funcionado, lleva años haciéndolo, porque Livestrong es ya, la institución que mejor representa la eterna lucha contra el cáncer. Para despedirme, voy más allá que el speaker del TDU…Si no vieron pelear a Alí, ni jugar a Pelé, no pudieron ver encestar a Jordan, nadar a Spitz, escalar a Messner, pilotar a Senna o correr a Lewis…Pueden estar orgullosos de haber visto este tour porque han visto pedalear a Armstrong. Leyenda, héroe, recordman…GO LANCE, GO!!!

Diego Celma Herrando

Imagen: lolytejeda

Por Admin 2

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